monkey weddings

nuestras bodas

Nos gusta saber muchas cosas de vuestra boda, cuantos más detalles conozcamos nos será más fácil no perdernos nada importante.

Nos da igual si la boda es religiosa o civil, nos parecen igual de bonitas. Nos da igual hacer bodas en Burgos o en cualquier otra parte del mundo, nuestra manera de entender las bodas es la misma. Para nosotros cada boda es un reto único, una oportunidad de contar vuestra historia a nuestra manera, sin perder ningún detalle y que con nuestras fotografías podáis revivir vuestra boda, incluso ver momentos de los que no os disteis ni cuenta.

Para conseguirlo creemos que la mejor manera es ir dos fotógrafos con vosotros, siempre cuatro ojos verán más que dos; por este motivo el equipo de Monkeys se amplía a cuatro los días de boda, puesto que salvo que vosotros nos pidáis que seamos Alberto y David los que vayamos a vuestra boda (en la zona de tarifas veréis esta opción), normalmente Alberto hace una boda y David otra acompañados en cada caso de un o una ayudante.

Nuestra experiencia nos ha enseñado que lo que más apreciáis las parejas, no es tener un reportaje de fotos lleno de posados en un lugar idílico y maravilloso, sino esa foto, esa foto en la que abrazas llorando a tu abuela, en la que miras a tu hermana que no deja de hablar de lo nerviosa que está, o la que te sacan, sin que te des cuenta, fumando un cigarro escondido detrás de una palmera.

Intentamos pasar totalmente desapercibidos para conseguir naturalidad, en vosotros y en vuestros invitados, queremos contar la historia de vuestra boda y por eso pasamos con vosotros cada minuto, de cada hora de ese día, desde el maquillaje hasta más allá del último baile.

En el gran día, comenzamos con las fotografías de los preparativos en vuestras casas, mientras uno de nosotros se encuentra en casa del novio otro se dirige a la casa de la novia. Nos fijamos en el vestido, el maquillaje, el peinado, el ramo, los zapatos... Este es uno de los momentos en que “lo damos todo”, y la confianza adquirida anteriormente con la pareja surte su efecto. Para nosotros es muy importante hacer fotos en los momentos que no vais a estar juntos, por eso en los preparativos no dejamos de disparar ni un minuto. Una vez vestidos nos trasladamos hasta el lugar de la ceremonia, donde se vivirán momentos cargados de emoción: la llegada de la novia, la curiosidad de los invitados, las miradas del novio, unas manos entrelazadas...

Cuando termine la ceremonia nos iremos a hacer el reportaje, aquí viene una parte importante, siempre llegaréis al cocktail, es un día de invitados y amigos, no de fotógrafos pesados.

Tras el reportaje comienza el cocktail y luego la entrada de los novios al salón del banquete. Nosotros cubrimos la entrada hasta que los novios brindáis y dais por iniciada la comida o la cena. Nos iremos a reponer fuerzas (no os pedimos un menú de boda, pero si un entrante y la carne o el pescado de vuestro menú), pero tranquilos, volveremos en el momento en el que la tarta haga acto de presencia. Desde ese momento, ya no nos moveremos hasta más o menos una hora después de que hayáis abierto el baile.

Tampoco queremos aburrir a los invitados, por lo que vamos robando fotos a la gente bailando y a vosotros haciendo un poco el gamba. Cuando tengamos material suficiente os preguntaremos si queréis alguna fotito más, y si no, pues guardaremos las cámaras y haremos un poquito lo que mejor se nos da, el mono.