Vamos que nos vamos, que ganas teníamos de subir a la web la boda de Alberto y Sara en el Granero de San Francisco. Ganas por muchos motivos. Siendo sinceros, y es la más importante para nosotros, porque después de llevar varios años funcionando no habíamos tenido la suerte de hacer ninguna…
Todo ha cambiado este año, porque hemos acabado haciendo varias!!! y estamos tan tan contentos…
El granero es un lugar con un encanto difícil de describir salvo que hayas estado allí, es lujo y rusticidad todo en uno. Un entorno mágico (sobre todo cuando esos campos de lavandas están floridos), un trato del equipo fantástico y una comida riquísima!!!
Os contamos un poquito cómo fue el día.
Sara decidió peinarse, maquillarse y cambiarse en una casita rural de Santa Gadea del Cid. Allí estuvimos con Patricia y Virginia a los mandos de los peinados y los coloretes. Siempre es un lujo coincidir con ellas porque hacen todo bonito y consiguen que nuestro trabajo sea más fácil.
Mientras Sara se ponía preciosa, Alberto hacía lo propio…se ponía preciosa también jajaja (alber no te lo tomes a mal eeee). Venga va…que él ya es precioso de por si, así que solo tuvo que ponerse un traje brutal, de color verde…lo mismo el porte ayuda un poco, pero estaba tremendo, parejón de libro.
Alber llego conduciendo él mismo un mercury cougar, tremendo cochazo. Sarita montada de paquete junto a Marce, su padre, en una preciosa ducati blanca.
Una ceremonia cargada de sentimientos, lagrimitas y risas…las ceremonias civiles tienen eso, son menos acotadas que las bodas religiosas. Pues un ratito de palabras bonitas y a beber sidra (estos vascos!!!). Cocktail de locura, comida de locura, y comenzar el baile…con una charanga, si es que los que tienen clase, tienen clase.
Todos a bailar y un pequeño secuestro para aprovechar esos poquitos rayitos de sol que pintan las lavandas de un color morado increíble.
Pues llega el momento de enseñar la versión resumida de este bodón.
Esperamos que os guste y como os deseamos siempre…PURA VIDA!!!
