Creo que debí escribir y subir este post hace mucho tiempo, la boda de Álvaro y Cris en la finca Santa Rosalia y que fue una de las bodas más divertidas que he vivido desde que soy fotógrafo.
La verdad que el feeling que he tenido Álvaro y Cris desde el principio ha sido bestial, aunque quizás no tengamos los mismos gustos o aficiones (Álvaro sabe a qué me refiero), coincidimos en muchas cosas y eso nota.
Hicimos la preboda en tierras cántabras… desde Barcena Mayor hasta las dunas de Liencres…comimos y bebimos rico, hablamos mucho y nos conocimos, tanto como para que me invitasen a la fiesta que hicieron el día antes de la boda…
El día de la boda salió oscuro no, lo siguiente…más negro que un cuervo, pero la esperanza es lo último que se pierde…aunque Cris tubo su momento de tensión…se superó.
Preparativos en casa, ceremonia en la Catedral de Burgos con obras y anécdota incluida (tuvimos que quitar las vallas de la obra para que el coche pudiera pasar), viaje hasta Vizmalo donde esta la finca Santa Rosalia , allí antes del cocktail hicimos algunas fotos para luego irnos a comer…
La comida fue bárbara, amenizada con una musicota increíble. Muchísimas risas, muchísimo bailoteo…y unas todos al caer el sol.
Inmejorable…
